Despues de algún año sabatico dedicado al estudio, la realidad política del pueblo catalán y por extensión del español, me obliga a incorporarme de nuevo a la acción política.
Como decía Gramsci, odio la indiferencia y a los indiferentes incluyendo a los ambiguos, manipuladores o que directamente mienten como es habitual en el nacionalismo.
Y para los ciudadanos catalanes la mentira y la manipulación no tiene limite. Se hace necesario e imprescindible una clarificación del debate político que acabe con la falsedad historica y con el camuflaje de intereses de clase tras proyectos políticos con etiquetas ideologicas que no les corresponden.
La Diada de una más de las derrotas y de los desastres del separatismo de algunos catalanes de este año, ofrece un nuevo espectaculo con muchos políticos catalanes haciendo el ridiculo en equilibrios imposibles ante la inseguridad que ofrece decantarse por opciones imposibles. Pero ya es hora catalanes de que a muchos se les quite definitivamente la careta. No lo digo por Jordi Pujol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario