Ahora se comprende en toda su dimensión el discurso institucional de Montillade fin de año, cuando se sintió identificado con Maciá y con sus acciones más trascendentales: la traición frustada a la Republica española antes de su proclamación y el oportunista intento de golpe separatista revolucionario en 1934 contra esa misma II Republica. Era la epoca en que los socialistas (los catalanes también) y el resto de "revolucionarios" decían aquello de "para huevos Asturias y para gallinas Cataluña", al sentirse traicionados y utilizados por el nacionalismo catalán.
Montilla quiere presentar al PSC ante las elecciones catalanas como el partido del Estatuto y como afirma algún comentarista afín, no como "el pal de paller" del tripartito. Está claro: la bandera catalana envolviendo al PSC y de paso ocultando sus responsabilidades en la mala gestión de los intereses generales de los catalanes, sobre todo en la corrupción y el desempleo.
La capacidad de cinismo del PSC ya es tradicional e historica. No sorprende que tire de la sabana catalanista para ocultar sus verguenzas y responsabilidades, pero al hacerlo deja al descubierto sus pies de barro sociales: el agotamiento de la prestación por desempleo dispara las peticiones de subsidio asistencial un 182 %; Las contrataciones han disminuido en 2009 el 15'54 %; la precariedad laboral aumenta con la caida del empleo fijo casi tres veces más que el temporal. Esta es la infumable realidad de los catalanes de la "Cataluña que sap a on va", camino del paro y de la ruina.
De estos "fets y no paraules" es de lo que deberá responder el PSC en las elecciones y tambien del Estatut, quede como quede, pues ha sido la irresponsabilidad política de los socialistas la que ha "colocado" al país en esta desesperada situación. Y si les falla la protección de la bandera que no recurran a la manida "crisis global", puesto que mientras el resto de Europa buscaba y encontraba soluciones, aquí los socialistas negaban la existencia de crisis o aseguraban que la solución estaba en un nuevo Estatuto. Cada palo que aguante su vela.
miércoles, 6 de enero de 2010
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