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martes, 15 de septiembre de 2009

Se trata de la economía, estupido

Que Montilla no quiera que nos enteremos, no significa que los ciudadanos no sepamos que la primera preocupación de los catalanes y de los españoles es la situación del desempleo y de la economía en general.

Por eso Montilla nos arroja la muleta a los ojos como esa de que el PSC es un partido diferente al PSOE. Es una manera como otra de distraer al votante socialista de Cataluña para que olvide sus penurias para llegar a fin de mes, las subidas de impuestos, las dificultades para tener vivienda o la precariedad de sus empleos, si es que los tienen y continuen dando su respaldo, pero las encuestas parecen apuntar lo contrario.

Y por eso, frente al "más trabajo y menos Estatuto" corre con sus correligionarios nacionalistas de CiU y sus socios de gobierno ERC e IC a fomentar debates identitarios, referendums de opereta tratando de confundir los intereses del nacionalismo con el interés general de los ciudadanos o chuleando al Tribunal Constitucional y al gobierno de donde fué ministro.

Pero se lo decían los trabajadores de Roca, de Nissan, los de Aismalibar o la Plataforma "Los Lunes al Sol": más trabajo y menos Estatut". También se lo decía recientemente el estudio de CC.OO. sobre la situación económica de la región: se llevan años sin invertir en infraestructuras, en formación, en ayudas a las empresas, en definitiva sin políticas industriales de la Generalidad que han dado lugar al retroceso respecto a la media española y a otras regiones como Madrid sin que se haya hecho caso.

Ahí radican los problemas económicos de Cataluña y en otra cuestión que el Parlament y el ex Honorable Maragall quieren que olvidemos envueltos en la bandera: esa cuestión se llama 3%, se llama corrupción, se llama caciquismo y clientelismo; cuando esos problemas se convierten en comunes a todas las fuerzas políticas del parlamento, no estamos ante una democracia, sino ante un regimen.

Hay que acabar con ese regimen por el interés general y como dice Salvador Cardús de EE.UU., allí el interés general tiene un nombre: patriotismo, que es la única coincidencia que se le puede exigir a gobierno y oposición, la defensa del interés general de los ciudadanos por encima de cualquier otro.

Lo que Cataluña y España necesita, de manera urgente es una regeneración del sistema político que haga posible la aparición de líderes políticos capaces de producir una revolución morál y que tengan la capacidad de provocar una reacción social y política que alimente la autoestima y la autoconfianza de los ciudadanos para encontrar la salida a la grave crisis en la que está sumida España.

Desde Unión, Progreso y Democracia me consta que se trabaja en esa dirección.

lunes, 14 de septiembre de 2009

HABRÁ QUE VERLO

Así acababá el director de El Mundo en Cataluña, Alex Salmón su árticulo del Domingo día 13 “Puñetera realidad de la Cataluña nacional”. http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/13/barcelona/1252837150.html

Interesante descripción de una realidad social de Cataluña que muchos venimos denunciando y que los medios locales y nacionales, salvo honrosas excepciones, se esfuerzan en ocultar a la ciudadanía española incluidos naturalmente los propios catalanes.


Pero me interesa destacar la parte en que Alex Salmón, como por otro lado es habitual en él, lanza opiniones y teorías políticas que merecen ser analizadas como el subtitulado “Aquí existe un ciudadano que vota al PSC por imperativo legal, pero que en su ADN tira más por el PSOE” sobre todo por quienes desde un partido político aspiramos a transformar la realidad en un sentido al menos “distinto” al seguido por los partidos esclerotizados por el clientelismo y la corrupción cuando no existen alternativas.

Esta es una teoría manejada desde muchos sectores políticos incluido sectores del PSC que nunca se han decidido a convertila en acción política por que el PSOE, su ADN, nunca la ha apoyado, dado que el diseño territorial y electoral de la actual constitución y Ley Electoral, convierte al gobierno español en cautivo de esa dinámica.

Por otro lado se han realizado muchos análisis de los resultados electorales en Cataluña y ninguno ha sido categórico en la confirmación de que el voto PSC con ADN del PSOE esté dispuesto a abandonar el PSC a favor de cualquier otra alternativa, en gran parte porque está incrustado en el poder local, de donde obtiene fondos y financiación para mantener la fidelidad clientelar de sus estructuras sociales y ese es el motivo por el que nunca ha sido posible estructurar una corriente en el PSC con ADN jacobino. El intento Borrell acabó como todos sabemos y Socialistas en Positivo expedientados y colaborando en una alternativa nueva llamada Unión, Progreso y Democracia.



Apunta que “es ahí donde se generaba (en el pasado) una gran parte del voto de Ciudadanos” y que muchos medios se encargaron de impregnarlo de color pepero.

Es evidente que el desamparo y la soledad de algunos de los militantes socialistas ante las políticas nacionalistas de su propio partido empujaron a cogerse a la opción “Ciudadanos” como alternativa, pero también lo es que lo mismo ocurrió con militantes del PP de Cataluña, hartos de la adaptación del PP a la misma música.

Está claro que ese voto del PSC o del PP debe ser recogido por un partido de alternativa nacional como UPyD en las próximas elecciones autonómicas, pero no lo es menos que aspiramos a recoger muchos de los votos de ciudadanos que desean regeneración democrática, más políticas nacionales, mas capacidad del Estado para gestionar la libertad y la igualdad de los españoles y que responden a un perfil de ciudadano libre, centrado, que no encaja en la rigidez paralizante del PSOE o del PP. En Cataluña sobre todo es donde más falta hace y de ningún modo votar al PP sería una alternativa.

Pero como dice Alex, habrá que verlo.