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miércoles, 29 de septiembre de 2010

DE ARISTÓCRATAS Y SANS-CULOTTES Primarias en UPyD

“Antes que la democracia interna está la honestidad personal”

Da gusto estar convencido de que uno es un gran intelectual y que los demás nos lo reconozcan, pero se corre el peligro -muy frecuente sobre todo en los públicamente reconocidos- de caer en el elitismo, el paternalismo y confundir “nuestra verdad” como la única verdad.

De este modo nuestro compañero Carlos Martínez alecciona a UPyD sobre lo que considera los intereses generales de la institución y sobre la falta de capacidad de “incautos” o “ingenuos” para hacer su propio análisis sobre “los riesgos de importar el zapaterismo “ a las primarias de UPyD. http://carlosmartinezgorriaran.net/

Parece arrogarse con su interpretación el derecho a calificar a los candidatos que no compartan su opinión de “demagogos” si apelan a la dialéctica de la elección entre aparato y bases (aristócratas y Sans-culottes) y convertir las primarias en una confrontación para dirimir problemas internos (como si no supiéramos todos que existen los aristócratas por derecho natural y los parias, que como se atreven).

Es como la Iglesia que somos todos pero solo los clérigos interpretan, organizan y mandan. Lo que Carlos califica de tóxicos no son mas que realidades comunes y consustanciales a organizaciones creadas para conseguir y administrar el poder en nombre y representación de un “partido” y lo demagógico es afirmar que se quiere el poder para transformar la sociedad sin añadir hacia donde quiere nuestro “partido”.

Todas las elecciones son para confrontar “aparatos” y para dirimir conflictos y diferencias aunque solo sean "quítate tu para ponerme yo" impulsados los aparatos por la legitima ambición de controlar el poder sea este interno o de la sociedad. Afirmar lo contrario es cinismo o ingenuidad peligrosa en un dirigente. Y en eso tiene razón: en UPyD puede que todos no seamos humanos pero nada humano no es ajeno.

Hablando de las primarias del PSOE, debemos ocuparnos en no importar el zapaterismo pero hay otros riesgos más graves y peligrosos como sería tener ya dentro el guerrismo (“el que se mueve no sale en la foto) o el felipismo (mano de hierro y cínico guante de seda).

Lo que me parece más inaceptable del articulo de Carlos Martínez es lo que creo un intervencionismo descarado como miembro del Consejo de Dirección en la campaña de las primarias descalificando personal y políticamente a un candidato que solo hace seis meses en un congreso regional del partido fue elegido por el 80 % de los votos. Creo que la Comisión Electoral debería hacer algo para proteger a los candidatos de estas abusivas descalificaciones. Puede que la Comisión de Garantías también.

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