Este
pasado fin de mes de Noviembre se ha presentado en Barcelona el llamado
“Movimiento
Ciudadano”,
plataforma que se incluye a sí misma como sociedad civil, aunque
todos sabemos y ellos no lo ocultan, que son una plataforma creada
por el partido Ciudadanos de Cataluña como instrumento para
constituir y extender el partido a nivel del territorio nacional.
No
es el único partido que para su creación ha constituido plataformas
“civiles” con el único objetivo de la creación de un partido,
como sucedió con UPyD y la Plataforma Pro, pero no como producto de un acto de auto
organización cívica, sino como decisión previa de un grupo pre
organizado en torno a la decisión de organizar un partido, véase
“De la calle al
Parlamento” de
Martínez Gorriaran y con tiempo de funcionamiento tasado a la
creación del partido que se pretendía.
En otras ocasiones son los partidos ya organizados y con
presencia institucional los que utilizan los modelos de organización
de la sociedad civil para camuflar objetivos partidistas o
ideológicos o bien controlar o condicionar a las entidades propias
de esa sociedad, como ha ocurrido con las dos manifestaciones del
12-O y el 6-D de 2013, en Barcelona con “Som Cataluña, somos
España” o la que ha sido política habitual y estratégica del
partido socialista en toda España desde 1982 y especialmente en
Cataluña, utilizando el modelo “pujolista” de clientelismo
subvencionado.
Lo que
debía ser el gran “cambio” liderado por el partido socialista,
no significo un clímax de activismo social y si el anti clímax de
una desmovilización social generalizada y una dispersión social
individualizada en busca de ubicación en las redes clientelares del
intento de poder hegemónico y que se ha extinguido con la perdida
del poder socialista o se ha trasvasado al clientelismo del poder
separatista en Cataluña.
El
mayor y mejor ejemplo de lo que criticamos está representado en
Cataluña por las llamadas entidades culturales y de defensa de la
lengua o por la nada espontáneas organizaciónes como la Asamblea
Nacional Catalana o Asociación de Municipios Independentistas
formada por Ayuntamientos que la financian y que desde
posicionamientos supuestamente del tejido social, sus objetivos son
conseguir la “tiranía de la mayoría” que opriman a una minoría
concreta, siendo este claramente, un objetivo “incivil” y
contrario a la democracia sea esta representativa o directa.
La
Asociación Movimiento Cívico 12-O denuncia que la pretendida
confusión y utilización del concepto de “sociedad civil” por
cuenta de instituciones que forman parte del poder instituido o
promovidas por este, no deben constituir lo que es el “espacio
público” que conforma lo que se denomina sociedad civil
sociológica, que por definición es lo que queda fuera del ámbito
del poder político, económico, religioso o social que ya disponen
de su propio espacio institucional de participación en la
redistribución y el control del poder.
La
sociedad civil es un instrumento fundamental en la construcción y
defensa de la democracia, pero siempre que estén alejados del “neo
individualismo despolitizado” o del “movimientismo clientelar”
que desvirtúan los caracteres propios de autonomía, auto
organización y de afirmación de intereses colectivos y de desempeño
de la importante función pública de construcción y defensa de la
democracia.
Las
entidades de la sociedad civil asociativa y voluntarias, deben ser un
“acicate” y un contexto de exigencia precisamente para los
partidos políticos y los poderes públicos, allí donde están en
crisis, en su función de representación de los intereses sociales y
la proliferación de “plataformas civiles” tele dirigidas o con
vocación partidista, no contribuye precisamente a fortalecer la
democracia.
El
tejido de la sociedad civil en una sociedad democrática no siempre
actúa con sentido civil, sino que en muchas ocasiones su acción es
de carácter “incivil” por cuanto sus agentes no buscan una
sociedad basada en los valores de la libertad individual o un orden
de libertad que permita hacer posible dicha libertad individual.
Por
tanto, consideramos que las entidades de ese tipo pertenecen a la
esfera de lo “incivil” y que la creación de plataformas
ciudadanas o civiles que responden a intereses partidistas no
contribuyen a la necesidad de regeneración política que la sociedad
democrática demanda permanentemente. Tampoco la infiltración o
suplantación del tejido asociativo civil por parte de los poderes
públicos institucionales o privados, ayuda a mejorar la calidad
democrática de la sociedad por cuanto la corrompe con intereses
clientelares facilitando la creación de un orden social
“despolitizado” y desafecto que facilita el control anti
democrático por parte de las minorías totalitarias y excluyentes,
desde las mismas instituciones públicas.
Nuestra
misión social y cívica es luchar en su contra.
Ángel
Hernández Guardia – Presidente de Moviment Cívic 12-O